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Las previsiones de oleadas de público se cumplieron en la primera jornada del Festival Aéreo organizado por la Academia General del Aire de Santiago de la Ribera en su 75 aniversario. A las 12 de la mañana del sábado ya habían accedido a las instalaciones de la base militar más de 33.000 personas, según informaron los organizadores. Una riada de gente atravesó a pie durante toda la mañana la avenida principal de la AGA para llegar a la explanada aledaña a las pistas, donde se dispusieron las aeronaves que mañana participarán en el Festival Aéreo desde las 10.00 horas.
Los 'grandes pájaros' con sello estadounidense se han convertido en las grandes estrellas del espectáculo aeronáutico. Familias enteras aguardaron en largas colas para penetrar en la panza del Boeing KC-135 Stratotanker, el avión cisterna que el Ala 100 tiene asignado a la Tercera Fuerza de los Estados Unidos en Europa, estacionada en la base de la RAF en Mildenhall (Inglaterra). Es uno de los orgullos de las barras y estrellas, ya que ha volado en más de 300 misiones de combate y durante la Segunda Guerra Mundial se convirtió en una de las fortaleza del bando aliado. Los más pequeños corretearon por sus 40 metros de envergadura como si vivieran una película de Oliver Stone.
También hay colas para probar el simulador de vuelo en una cabeza de Phantom habilitada para sentirse como un piloto en misión especial atravesando el espacio aéreo internacional indetectable por los radares enemigos, aunque el primer orgullo nacional que se encontraron los visitantes fueron dos imponentes Hércules de Airbus para transportar vehículos e incluso helicópteros o para abastecimiento en vuelo.
No pasó desapercibido el Canadair UD-13, con su fuselaje en rojo y amarillo, que pasea por los cielos para salvar bosques. El avión anfibio se desplazó este fin de semana a San Javier desde su base en Torrejón de Ardoz para hacer este domingo una exhibición de su capacidad de carga de agua en 10 segundos sobre la laguna.
Más adelante esperaban a los visitantes algunos ejemplares de especies ya extinguidas en el cielo: tres nostálgicas Bucker de la Fundación Infante de Orleans como las que sobrevolaban el Mar Menor hace un siglo. El pasado y el presente de la aeronáutica en la misma pista, ya que a su lado se alineaban los cazas más veloces en activo. Un ejemplar del Aermacchi MB-339-A/PAN en elegante azul noche atravesado por la bandera italiana, que este domingo vuela en formación con los acrobáticos Frecce Tricolori, se hermanaba este sábado con un C-101 a su lado de la Patrulla Águila. Las rapaces del aire se dejaron fotografiar en reposo para mostrar este domingo su potencia en el cielo.
Un ejemplar del helicóptero Tigre, como los que participaron en la Operación Tormenta del Desierto en la Guerra del Golfo, fue otra de las principales atracciones en una pista coronada al final por la impresionante silueta del CV-22 Osprey, el híbrido de avión y helicóptero que los marines norteamericanos han utilizado en las operaciones de Irak y Afganistán.
A medida que se llenó el recinto militar de visitantes, las localidades más próximas al Mar Menor fueron recibiendo miles de vehículos que llenaron algunos de los aparcamientos alternativos, aunque durante la mañana transcurrió el traslado de público en los autobuses lanzadera con normalidad. Los bares y restaurantes se prepararon para atender a un aluvión de turistas, muchos de los cuales se quedaron para vivir en primera fila este domingo las proezas de las aeronaves.
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